Cuenta Ignacio Echevarría en Bolaño extraterritorial: «Durante los años de aislamiento de Bolaño en Blanes hay que suponer que acumularía la energía formidable que despliega a partir de 1994». Y por si fuera poco, Enrique Vila-Matas, en Archivo Bolaño 1977-2003, explica: «A la energía que iba acumulando habría que añadir probablemente la felicidad de no ser nadie y al mismo tiempo ser alguien que escribía. A veces, el tiempo de silencio es el paraíso de los escritores».
5 comentarios
Está bien, ya entendí… ¿pero no podría mandar un adelanto? Es que tanto silencio engorda mi ansiedad. Y la ansiedad engorda el resto. Su silencio y acumulación de energía me engordan, eso. Dele, un adelanto pequeñito.
Estoy casi a punto, Germán. Callandito.
Qué vendría a ser «callandito»?
Qué se trae Alex?
Otra cosa… ¿sigo esperando su comentario en mi último cuento o desisto? Hace unos días recordé La República (no la que atiende Platón) volveremos por allí. Abrazo.
Esta noche me paso otra vez por http://escribegerman.blogspot.com a darte un abrazo, amigo.