Hoy es tercer viernes de mes de fin de trimestre, día de vencimiento de futuros y opciones. Cualquiera que lleve años invirtiendo sabe que el vencimiento será en la zona que más le convenga al «market maker», que es quien controla tanto el precio de venta como el de compra: elegirá la franja con el mayor número de opciones «out of the money», porque así no se liquidan y su valor es cero.
Si partes de esa base de manipulación, ganas dinero con facilidad en los días de vencimiento. Comprendes que los creadores de mercado manipulan el precio al nivel que sea necesario y pasado el vencimiento deshacen posiciones hasta que el valor vuelve a la normalidad.
Hoy es tercer viernes de mes en el Clan de los reseñistas, día de cálculo de pichones y avances hacía atrás. A estas alturas todos sus miembros sufren de síntomas: falta de sueño, exceso de bilis, miradas que matan, caspa. Sus reseñas ya no son reseñas, sino sucesos. No leen libros, los muelen.
Algunos, los más cucos, resisten hasta fin de mes: Carlitos Peón, Miguel Alcázar, Javier Avilés, Vicente Mora, la Patrulla… Van guardando opinión en el buche y luego amablemente les da por regurgitar. Inclinan la cabeza, extienden el cuello y escupen. Se liberan. Comprenden que es posible manipular la crítica viviendo pendientes de un contador de visitas. Y les gusta.
Por eso ya no salgo de casa. Me levanto, me pongo una bata y estudio de cerca a los reseñistas. Vigilo. Siempre hay alguien cambiando de bando y besando en la boca a Carlitos Peón. Los reseñistas han estado dando saltos de alegría con la cabeza llena de humo mentiroso. Pero eso se acabó.
Escrito por Manuel Mistral